A continuación se hace una descripción de algunos elementos primordiales para la licenciatura, tales como los egresados desde el anuario de 1991, las formas de titulación, las tesis de Historia, para de esta forma llegar a las conclusiones.
1) Los egresados
Con el objetivo de conocer el conjunto de estudiantes que han utilizado el Plan de Estudios 1991, en las últimas semanas se solicitó al Departamento de Servicios Escolares que se entregara una relación estadística del número de estudiantes desde ese anuario así como la cifra de egresados totales para el año de 1996.
Las cifras son las siguientes[1]:
Anuario matrícula titulados
1991 28 3
1992 37 9
1993 69 16
1994 35 10
1995 71 23
1996 41 10
1997 75 12
1998 39 5
1999 66 3
2000 79 0
2001 68 0
2002 78 0
2003 77 7 semestre
2004 54 5 semestre
Tabla 2. Matricula y titulados. Departamento de Servicios Escolares, ENAH, 2007.
2) La obtención del título de licenciado en Historia
Después de que egresó la primera generación de historiadores con el Plan de Estudios de 1991, en la sesión ordinaria del Consejo Académico del día 8 de mayo de 1997 se aprobó un documento sobre la normatividad para los trabajos de titulación de la licenciatura[2].
Se definieron las cuatro posibles formas de obtener el título: 1) una investigación que dé por resultado una tesis, en cuyo proceso se aplique el método histórico y para cuya elaboración deberá contar con un Proyecto, avalado por el director que se haya elegido y contando con diversos puntos detallados en el Reglamento de Licenciaturas (artículo 82). Mínimo 120 cuartillas. 2) un conjunto de ensayos, que deberán tener como hilo conductor una problemática específica. También requerirá de los pasos del Proyecto ya arriba mencionado. Mínimo 120 cuartillas. 3) un trabajo monográfico, el cual será “un trabajo de base documental centrado en un objeto único de estudio que efectúa un recorrido examinando diversas investigaciones que han abordado esta problemática”, donde las fuentes secundarias son las revisadas. Mínimo 120 cuartillas. 4) una organización e integración de archivo o catálogo “que puede contener una guía o inventario de documentos de carácter histórico (gráficos o escritos) de uno o varios archivos”. Mínimo 1,500 fichas y 60 cuartillas del estudio introductorio.
3) Las tesis de la licenciatura 1996-2007
El Plan de Estudios vigente debe ser evaluado en su totalidad. De esta forma, y con ese diagnóstico, se puede proponer los cambios adecuados. En ese sentido, debemos ahora dirigir la mirada hacia las tesis obtenidas, resultado de la formación de egresados con este Plan de Estudios. Esta información es resultado de las consultas hechas en la Biblioteca "Guillermo Bonfil Batalla" de la ENAH y está complementado con el cuadro arriba presentado sobre la matricula de la Licenciatura.
Cantidad. El proyecto de Plan de Estudios de 1991 para definir su nuevo cauce se consideraba como asunto de mayor importancia el resultado nimio en los titulados: solo uno. Ahora, miremos cómo la cifra ha aumentado. Reiteramos que aunque cantidad no es calidad, si es significativo el cambio en el diagnóstico que ahora podríamos hacer al respecto:
Año Trabajos de titulación
1996 5
1997 3
1998 13
1999 12
2000 17
2001 19
2002 6
2003 10
2004 20
2005 20
2006 18
2007 4
Tabla 3. Trabajos de titulación, 1996-2007.
Aunque necesitamos mayores investigaciones que logren mostrar las relaciones entre Anuario y año de titulación, con estas cifras se puede conceder el impacto en las políticas de la ENAH y de la Licenciatura en Historia en lo que respecta a la titulación.
Es de destacar que si a partir del anuario de 1991 se han titulado 91 egresados (Ver datos de Tabla 2) y en esta tabla 3 hay un total de 147, esto muestra que egresados de muchas otras generaciones anteriores han logrado presentar sus trabajos de titulación. Todo un beneficio para las cifras de la Escuela y de la Licenciatura.
1945-2006 (total) 198
Otras generaciones 1945-1979 Tesis: 53
Otras generaciones, 1980-1990 Tesis: 54
1991-1999 Tesis 91
Tabla 4. Total de trabajos de titulación, 2007.
4) Conclusiones
El diagnóstico anterior nos hace concluir que a pesar de sus debilidades y de la mala aplicación de algunos de los mecanismos del Plan de Estudios 2002, es una muy buena opción. El espíritu de este programa cumple hasta cierto grado con los objetivos, dota de información y cuestiones metodológicas y técnicas.
Cumple con los requerimientos básicos de la SEP, con los objetivos de la ENAH y del INAH y sobre todo contribuye de una manera eficaz a la formación de historiadores, con una gran tendencia hacia la investigación.
Reiteramos que los errores en los que cae la licenciatura son en el nivel meramente administrativo: en lugar de abrir una materia optativa con cierto perfil, se abre otra y luego se logra hacer la equivalencia. Pero en términos prácticos, ésta debilidad puede ser fácilmente erradicada.
Sin embargo, pueden hacerse otras pequeñas modificaciones que contribuyan a mejorar los rendimientos y posibilitar de mejor manera todos los objetivos de la licenciatura (esto es, formación de difusores, docentes y especialistas en conservación del patrimonio cultural).
[1] Información obtenida del cuadro "Expedientes=matricula=titulados=bajas" del Departamento de Servicios Escolares, ENAH.
[2] “Instructivo sobre los trabajos de titulación”, inédito, 1998.
[3] Ilihutsy Monroy Casillas, Base de datos de las tesis de la licenciatura en Historia. Escuela Nacional de Antropología e Historia, inédito, 2007.
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