A continuación se presentan los argumentos por los que se llegaron a la propuesta de Mapa curricular abajo detallado.
*Fortalecimiento del Plan de Estudios 1991: El Plan propuesto es, en todos los rasgos e intenciones, el de 1991. Las debilidades señaladas se intentaron disminuir así como las fortalezas se buscan acentuar. De esta forma se eliminan los anacronismos (acomodando las últimas dos historiografías); se amplían materias teóricas para profundizar (las Optativas Teóricas I y II); se reubican y se aumentan materias (creándose la subárea Historia del Mundo y reacomodándose Historia de Asia y África así como las dos de América Latina).
*Los objetivos de la Licenciatura: Didáctica de la historia, Investigación, Conservación (del Patrimonio Cultural) y Difusión de la Historia: Los objetivos del Plan de Estudios 1991 continúan vigentes. Se desarrolla a lo largo del mapa curricular la preparación de los estudiantes hacia la investigación, pero se acentúan los otros objetivos que estaban un poco disminuidos: esto es, la creación en especialistas en conservación (del patrimonio cultural) y en difusión de la historia y de esta manera, con las herramientas adecuadas en docencia.
*Mapa transversal y contenidos mínimos: Para que se cumplan los objetivos siempre anhelados en el Plan de estudios, se debe subrayar la existencia de dos elementos curriculares. El primero es la existencia de materias que cubrirán los objetivos de forma directa. Estos son: para el objetivo de la Investigación las materias del Subárea de Investigación, como los Proyectos de Investigación Formativa; Introducción a la Investigación histórica y Diseño de Investigación. Para el objetivo de Difusión de la Historia, la materia de Especialización II: Difusión de la Historia. Para el objetivo de Conservación (del Patrimonio Cultural), la materia Especialización I: Patrimonio Cultural. Y de Docencia, la materia de Especialización III: Didáctica de la historia. Estos tres últimos serán complementados por las Ciencias Auxiliares.
A través de la estrategia de los contenidos mínimos se podrá disponer que algunas materias también dirijan al estudiante al cumplimiento de los cuatro objetivos: se dispondrá en algunas materias que se destine un tiempo para que puedan presentar una clase en el aula; o que hagan una investigación pertinente o que difundan un tema en particular. De esta forma, 25 materias tenderán hacia la docencia; 10 hacia la investigación y cuatro hacia la difusión de la historia y patrimonio cultural.
Aunque se indica que en los contenidos mínimos de 25 materias tenderán a una preparación del estudiante hacia la docencia, hay que aclarar que esto estará determinado por la libertad de cátedra así como por el tiempo dedicado a la presentación de una o dos clases por alumno o por equipo. No debe olvidarse sin embargo, que en aras de una buena clase debe estar sustentado en una investigación, convirtiéndose el aula sólo un pequeño espacio para hacer materializado el conocimiento profundizado[1]. Y respecto a la materia de “Optativa de Especialización III: Didáctica de la historia”, la materia buscará fomentar las “formas efectivas de proyección del conocimiento histórico, no sólo en la perspectiva didáctica, que también es importante, sino fundamentalmente en el análisis epistemológico de la historia”[2].
*Creación de subáreas y materias: Para lograr la completa armonía en el Plan de Estudios se requirió crear una nueva subárea "Historia del Mundo", trasladando hacia ella dos materias que no eran congruentes en la subárea Teorías de la Historia como "Estudios antropológicos de Asia y África" y "Antropología y Etnicidad de América Latina". De esta forma, se considera más pertinente llevar la materia de "Estudios de Asia y África" en el segundo semestre (con la intención de ver la historia de Asia y África hasta la conquista de América, cuando el mundo estaba integrado sólo por tres continentes) y dividir la materia de América Latina en dos: la primera dedicada a ver la historia latinoamericana a partir de la independencia de España y Portugal en el siglo XIX y la segunda, abarcar todo el proceso del siglo XX. Las materias optativas teóricas, con la finalidad de profundizar en temas teóricos necesarios sobre todo considerando que en ese momento los estudiantes están elaborando su proyecto de investigación y nuevas preguntas teóricas surgen. Las materias de especialización, aunque no nuevas, si se plantean como obligatorias y por tanto, se debió extender a tres en lugar de dos.
*Optativas diferenciadas: Aunque en el Plan de Estudios se describieron las optativas de forma diferenciada, con objetivos y funciones muy detalladas y pertinentes, la realidad los llevó a una confusión. Por eso, se plantean en esta propuesta marcar las diferencias para lograr los objetivos generales de la licenciatura.
[1] Sobre todo consúltese a Óscar Soria Nicastro, “Docencia e investigación en la universidad latinoamericana. ¿Por qué esperar hasta el posgrado?” y a los otros autores de: Porfirio Morán Oviedo (compilador), Docencia e investigación en el aula. Una relación imprescindible, México: Centro de Estudios sobre la Universidad-UNAM, 2003 (Pensamiento Universitario Tercera época 92).
[2] Andrea Sánchez Quintanar, Reencuentro con la Historia. Teoría y praxis de su enseñanza en México, México: Facultad de Filosofía y Letras-UNAM, 2002, p. 268.
23 septiembre 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario